MOISES Y EL PRINCIPE DE EGIPTO- ESCENA

uploaded by sol

Dios : (susurrando) Moisés...Moisés...
Moisés : Heme aquí.
Dios : Quita las sandalias de tus pies
porque el lugar en que estás es tierra
sagrada.
Moisés : ¿Quién eres tú?
Dios : Yo soy el que soy.
Moisés : Yo no entiendo.
Dios : Yo soy el Dios de tus ancestros,
el dios de Abraham, el dios de Isaac, y
el dios de Jacob.
Se oye en voz off Miriam decir «Eres
hijo de mi madre Yoquebe, eres nuestro
hermano. Moisés se quita las sandalias.
Moisés : ¿Qué quieres de mí?
Dios : Bien vista tengo la aflicción de
mi pueblo en Egipto y he escuchado su
clamor.
Se oye otra vez en voz off los gritos
de los latigazos, quejas y oraciones.
Dios : He bajado para liberarle
de la mano de la esclavitud
y para llevarle a una
tierra buena,...a una tierra
que mana leche y miel. Ahora
pues...¡Ve! Yo te envío a Faraón.
Moisés : ¿A mí? ¿Quién soy yo para
guiar a tu pueblo? No me creerán ni me
escucharán.
Dios : Yo te enseñaré
lo que debes decir.
Moisés : Pero yo era su
enemigo, yo era el príncipe
de Egipto. El hijo del hombre
que ordeno matar a sus hijos. Te
has equivocado de mensajero. ¿Cómo
puedo ir a esa gente y hablarles?
Dios : (interrupiéndole,
gritando, enfadado) ¿Quién
ha dado al hombre la boca?
¿Quién hace al mudo y al sordo? ¿Al que
ve y al ciego? ¿No soy yo? ¡Ahora, ve!
Mientras Dios dice esta frase,
Moisés tiene miedo y se
arrodilla, sollanzando del susto.
Dios : (con dulzura, más despacio)
Moisés, yo estaré contigo cuando vayas a
ver al rey de Egipto, pero él no te
escuchará. Moisés, pero yo extenderé
mi mano y azotaré a Egipto con toda
clase de prodigios. Toma en tu mano
este callado, (Moisés lo coge)
Moisés, porque con el has de hacer
toda clase de prodigios. Yo estaré
contigo Moisés. Moisés... Moisés...
Moisés se va de la escena por la puerta
y vuelve a la tienda dónde está Séfora.
Mientras tocan los músicos, Moisés
levanta Séfora y hace gestos como
para explicarle lo que ha sucedido.
Séfora : Pero Moisés,
tú...solo eres...un hombre.
Moisés : Séfora, por favor. Mira a tu
familia, son libres, tienen un futuro,
esperanzas y sueños y la promesa
de una vida digna. Eso es lo que
yo deseo para mi pueblo. Y por
ese motivo debo llevar a cabo la
tarea que Dios me ha encomendado.
Séfora : Pues voy contigo.